Así afectan las bajas matriculaciones a la recaudación de Hacienda

Según cifras de Faconauto, el Estado recaudó el año pasado 4.215 millones de euros por tributos vinculados a la adquisición de vehículos.


El mal momento que atraviesan las matriculaciones de vehículos en España volvió a impactar el año pasado en la aportación que hace el automóvil a la colecta de impuestos. Según el dato ofrecido por la patronal de los concesionarios Faconauto en el transcurso de su Asamblea General, celebrada esta semana en Madrid, la recaudación de Hacienda dejó de ingresar 1.200 millones de euros por la compra de vehículos en 2021 en comparación con lo recaudado en 2019, último año antes de la pandemia.

Así afectaron las matriculaciones a la recaudación de Hacienda en 2021 según datos de Faconauto

En concreto, el Estado recaudó el año pasado 4.215 millones de euros por tributos vinculados a la adquisición de vehículos (Impuesto de Matriculación e IVA), frente a los 3.943 de 2020 (+6,9%) y a los 5.466 (-29,6%) de 2019. Desglosado por el tipo de impuesto, las arcas públicas sumaron 467 millones de euros por el Impuesto de Matriculación (+25%) y 3.748 en concepto de IVA (+5%).

Este momento delicado se está viendo muy mediatizado por los efectos que sobre las economías familiares está teniendo la guerra en Ucrania, el aumento de los precios o la fuerte escalada del coste del combustible. Por ello, la patronal, aunque espera cierta mejoría de la situación en el segundo semestre, mantiene una previsión de cierre de ventas de 2022 igualmente baja, con alrededor de 830.000 unidades, lo que justificaría la adopción de medidas coyunturales y de choque que contribuyan a revertir esta situación.

Faconauto, que también presentó su memoria anual correspondiente a 2021, indicó que esta debilidad del mercado, además de la influencia negativa sobre la recaudación fiscal, explica un nuevo empeoramiento en la edad del parque automovilístico, que el pasado año aumentó 0,4 años de media para alcanzar los 13,6 años.

La patronal recordó que este contexto coincide en el tiempo con la obligatoria adopción de políticas de calidad del aire en las ciudades a través del establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), coyuntura que podría usarse como palanca para desarrollar planes de descarbonización que incentiven la compra de vehículos con cuantías que varíen en función de la clasificación medioambiental de la DGT (0, ECO o C).

Esta propuesta de incentivos, que abarcaría todas las tecnologías sostenibles presentes en el mercado, podría acompañarse con la adopción de soluciones para la compensación de la huella de carbono, en los supuestos en que el vehículo nuevo produjera emisiones, aun siendo bajas. Actualmente, los concesionarios ya están trabajando en la puesta en marcha de este tipo de sistemas de compensación para alcanzar el objetivo de neutralidad climática, haciéndola asumible a una base amplia de los ciudadanos, incluidos aquellos que no tienen los recursos para adquirir un vehículo 100% eléctrico.

«La tormenta perfecta que está viviendo la automoción nos aboca a un nivel de matriculaciones alejado de lo que requiere nuestro país. Como vemos, esto ya tiene implicaciones negativas en la aportación a la recaudación de impuestos vinculados al automóvil o al imparable envejecimiento del parque. Poner en marcha planes de descarbonización del parque no sólo es compatible con la consecución de los objetivos climáticos establecidos a nivel nacional y europeo, sino que es totalmente necesario para acelerar la recuperación del sector y la expansión real del vehículo eléctrico. Uno de los mayores obstáculos para la transición hacia la movilidad sostenible es un parque antiguo que, en nuestro país, alcanza ya los 13,6 años de media», ha dicho el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.

 

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